Una consecuencia de mi crisis de los cuarenta provocada por mi cuarenta cumpleaños ha sido la vuelta al cine de los 80 y 90. Aquellas películas míticas de mi infancia que me recuerdan todo lo bueno ( y lo malo ) de vivir una época sin censura.
La mayoría de las grandes películas hoy hubiesen sido “retocadas” para cumplir cosas que en los ochenta ni se imaginaban y que ahora son de obligado cumplimiento. La ausencia de tacos, de chistes ofensivos, la eliminación del tabaco en todas las escenas o la cuota racial entre otras.
En los ochenta se llamaba a las cosas por su nombre. Los negros eran negros y no afroamericanos. Los chinos eran chinos y no asiáticos. Y los homosexuales eran maricas (vale.. eso si que era despectivo pero en aquel entonces parecía algo normal).
Desde hacía varios años al poner la tele y ver alguna película de los ochenta o noventa no la quitaba como si hacia cuando era más joven, Eso pasó a buscarlas por Internet y darles una segunda oportunidad, cosa que os recomiendo a todos.
Parte de esa costumbre la tuvo un podcast de cine de los 80 y 90 que descubrí llamado Carne de Videoclub. Que por cierto es el causante del nombre de este blog. Como reza en tu titulo “Rebobinamos al pasado” y eso es precisamente lo que intento con este blog.
Recuerdo que escuchaba ese programa mientras iba en el coche a visitar a algun cliente o trabajando en la camperización de mi furgoneta. El programa combina datos técnicos de las películas con descripciones de como eran aquellos años todo en modo de tertulia de amigos.
El propio nombre incluye el videoclub, una palabra que era sinónimo de entretenimiento y que hoy casi ha caído en el olvido. Era la época de las cintas VHS y de esperar para poder alquilar una película. De pedir recomendaciones al dependiente (no, aún no existía filmaffinity) y de rebobinar las películas antes de devolverlas.
No. No echamos de menos el procedimiento pero si la ilusión con la que ibamos a ver que estrenos había y si podíamos hacernos con alguna.
Recuerdo programas como el de Los Inmortales, Tron, Conan el Bárbaro, o incluso Seven o Instinto básico que me hicieron correr a ver la película de nuevo ya que las recordaba muy diferentes a como me las estaban contando.
En los ochenta y noventa las películas tenían alma y sobre todo un director con capacidad para hacer lo que tenia en mente aunque aquello no fuese tan comercial como deseaban los productores. Si tuviese que escoger un ranking con las 20 películas que marcaron mi infancia y adolescencia estas fácilmente podría ser:
01.- El nombre de la rosa.
02.- Indiana Jones y la última cruzada.
03.- Bladerunner.
04.- Cazafantasmas.
05.- Excalibur.
06.- El Gran Lebowsky.
07.- El Padrino.
09.- Los inmortales.
10.- 2001 una odisea del espacio.
11.- El Silencio de los corderos.
12.- El Bueno, el Feo y el Malo.
13.- La trilogia de la guerra de las Galaxias
14.- La chaqueta metálica.
15.- Conan el Bárbaro.
16.- Cazafantasmas.
17.- Regreso al futuro.
18.- Indiana jones y el arca perdida.
19.- Terminator 1 y 2.
20.- Willow
Aunque la mayoría de las películas están reconocidas por la crítica (aunque uno sea un chaval.. sabe reconocer lo bueno) en el fondo la elección ha sido sobre las que me han llamado la atención por algún motivo. Las que recuerdo con más nostalgia.
Son aquellas películas de las que recuerdo frases… como por ejemplo aquella frase de Excalibur que decía algo así como “Tu lujuria te hará volar” o aquella otra de El Bueno, el feo y el Malo que decía “En este mundo hay dos tipos de personas, los que tienen el arma y los que cavan” o una de El Gran Lebowsky que recuerdo a menudo: “Unas veces te comes al oso y otras veces es el oso el que te come a ti” , la X marca el lugar (Indiana Jones y la última cruzada).
El orgasmo cinéfilo es máximo si además la película proviene de un buen libro o comic como por ejemplo El Padrino, 2001 o Conan el barbaro y ya es mayúsculo si el libro y la pelicula son top cada uno en sus géneros. De este caso solo conozco El nombre de la rosa, una película que lo tiene todo y un libro que está casi casi a su altura (si le quitamos las parrafadas en latin).
Pero todas a excepción de 2001 y El bueno, el feo y el malo (las dos de 1968) y El Padrino que es de 1972, han sido producidas en las dos décadas mágicas de final del siglo XX. Algo tendrá el agua cuando la bendicen…
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