Mi 40º Cumpleaños

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Mi crisis de los cuarenta empezó a gestarse poco tiempo antes de mi cuarenta cumpleaños. Sin saber muy bien porque, comencé a coleccionar relojes. Una afición que puede parecer normal, pero es que a mi jamás me habían interesado.

Hasta cerca de los cuarenta años los relojes que tuve los podía contar con los dedos de las manos. Algunos Casio que usaba para ir (de uvas a peras) al gimnasio, un par de Rolex falsos que me traje de mi viaje de novios a los Estados Unidos y varios relojes regalados por mi mujer (uno de novios y otro par en navidades). Ahh y un Citizen con esfera de zafiro que me compré (harto de llevar relojes de plástico) con uno de mis primeros sueldos, allá por el año 2003.

Así que de repente empecé a obsesionarme con los relojes. Aunque yo en aquel entonces no lo sabía, había entrado de lleno en la crisis de los cuarenta y era consciente, por primera vez en mi vida del paso del tiempo.

En Mayo de 2016, el 23 de Mayo concretamente, cumplí cuarenta años y unas semanas antes decidí celebrarlo con una fiesta. Alquilé un pequeño salón en uno de mis restaurantes favoritos llamado “El Rincón del Tapeo” e invité a todos mis amigos a cenar. Era el sábado 21 de Mayo de 2016, para más inri el dia del cumpleaños de mi hermana Laura.

Decidí  hacer el cumpleaños temático de los ochenta y noventa y pedí a todos que fueran caracterizados. Algunos como Jaime y Silvia lo hicieron a la perfección. Yo me limité a ponerme la única camisa de cuadros marca “El corte inglés” que conservaba de la época. Increiblemente me venia. Justa pero me venia.Aquello prometía..

Preparé bien ese cumpleaños. Para mi era algo especial. No se porque mierda estaba tan contento. Probablemente porque no intuía la tremenda nostalgia que vendría después. Recuerdo que preparé la noche con esmero. Incluso compré una impresora A3 para imprimir posters de peliculas y series de la época. El equipo A, La guerra de las Galaxias, Conan el Bárbaro.. robocop. Aquellas peliculas de los ochenta y los noventa que tanta felicidad me habían proporcionado en mi juvetud, decoraban las paredes de aquel cutre bar envolviendonos a todos en un hechizo de nostalgia y camaradería.

Rebusqué por casa de mis padres en busca de objetos de aquella época. Cuando somos jóvenes tenemos la mala costumbre de tirar todo lo viejo. Sin ser conscientes de lo que luego lo vamos a echar de menos. Ese es el motivo de que muchos libros, discos y videojuegos de los noventa cuesten una pasta. La gente quiere volver a tenerlos y claro, la nostalgia se paga.

En la foto de arriba podemos ver un genuino radio cassete de doble pletina marca First line, la marca blanca de Carrefour, antes PRYCA (que luego me entere que significaba precio y calidad). Arriba un trozo de uno de los posters que decoraban mi habitación (tambien comprado en el Pryca) y que recuerdo que era un paisaje nocturno que ponia IMAGINATION: May be the seeds of today the fruits of tomorrow.

La cita es exacta porque lo he encontrado por Internet… joder, es que está todo.

¿Pueden ser las semillas de hoy ser los frutos del mañana? Por supuesto…  Vaya parida de frase por cierto.

En la pared del restaurante-pizzeria, un ruidoso proyector mostraba nuestras fotos de chavales. Acampadas, nocheviejas.. fiestas varias. Haciendo cosas que hoy en día no les dejaría hacer a mis hijas. Todo bajo una banda sonora “de verbena” con grandes éxitos del pop rock español como Heroes del Silencio o Mecano, y canciones festeras como Esta si Esta no de Chimo Bayo.

Y para postre.. ¿que hay mejor que una tarta de chocolate hecha con galletas? Aquella bomba calórica era la estrella de los cumpleaños de la EGB. No podía faltar.

Aquel cumpleaños fue realmente el principio de todo. Tampoco ayudó mucho a evitar la crisis de los cuarenta la serie Stranger Things estrenada justo tres semanas después de mi cumpleaños. Aquello fue una flecha de nostalgia disparada en al centro de mi corazón.

Pero aún así, el verdadero motivo de ser consciente del paso del tiempo (y por tanto de la crisis de los cuarenta) fue que apenas seis semanas después de mi 40º cumpleaños falleció una de las personas más importantes de mi vida: mi padre.

 

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